miércoles, 21 de noviembre de 2012

Día de las Madres (Publicado originalmente el Viernes 10 de Mayo del 2002)


Pese al carácter comercial que se le ha dado a la fecha para celebrar a las madres, mal haríamos en no hablar de ellas en el día en que se les festeja.
Muchas cosas hay que comentar acerca de nuestras madres y no son precisamente relacionadas con aquella mujer débil y llorosa que se ha querido presentar de ellas.
El escritor ruso Máximo Gorki (1868-1936) relata en la novela La Madre la vida de Pelagia Vlasov, una mujer cuyas convicciones revolucionarias la llevan a repartir propaganda para finalmente ser arrestada y encarcelada.
La figura de la madre ha trascendido al grado de que, individuos que parecieran no tener sentimientos en su corazón, en un momento de su vida dejaron entrever los rasgos humanos que quedaban aún en ellos; prueba de ello es el poema a continuación:
¡PIENSALO!
Cuando tu madre sea una anciana
Y tú seas mayor;
Cuando lo que antes era fácil,
Se haya vuelto una carga;
Cuando sus queridos ojos leales
No miren la vida como antes;
Cuando sus piernas cansadas
Se nieguen a seguir llevándola...
Dale tu brazo para que se apoye.
Acompáñala con alegría y regocijo.
¡Llegará la hora en que, lloroso,
deberás acompañarla en su último viaje!
Y si ella te pregunta, respóndele,
Si vuelve a preguntar, habla nuevamente;
Y si nuevamente vuelve a preguntarte, ¡háblale!
¡No de mal modo sino con dulce afecto!
Y si ella no puede entenderte bien,
Explícale todo con alegría.
¡Llegará la hora, la amarga hora,
en que su boca no preguntará más!
Esta insólita poesía escrita en 1923 por el austríaco Adolf Hitler, logra hacernos recapacitar acerca del amor y paciencia que como hijos debemos tener para con nuestras madres, independientemente de que, como sabemos, este hombre desencadenara la más sangrienta de las guerras del siglo pasado.
En países de América latina y fundamentalmente México, la madre ocupa un papel primordial en la cultura del país, pues representa la fecundidad, pero al mismo tiempo encarna a la mujer débil vejada y humillada ante el poder que viene de fuera y que se encuentra personificada por la Malinche, mujer indígena muy cercana en muchos sentidos al conquistador Hernán Cortés.
Esa manifiesta importancia hacia la madre como figura sustentadora no sólo de la familia, sino de una patria entera, encuentra eco en la errónea e idolátrica adoración que tienen millones de personas alrededor del mundo hacia la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Religiones antiguas establecen una relación entre la tierra y la mujer en el sentido de que en ambas se siembra, de algún modo, una simiente que dará fruto, lo que les da un carácter similar. A este fenómeno, por llamarle de algún modo, se refirieron en su momento pensadores como Hesíodo, Homero y Esquilo.
En culturas como la judía, la mujer es la que determina si sus descendientes serán judíos y la razón es curiosa, de acuerdo a lo expresado por el rabino Alfred J. Kolatch: "... la madre puede ser fácilmente identificada al momento del parto, en tanto que la identidad del padre no es del todo segura. Por lo tanto, la ley judía establece que si lamadre del niño es judía, entonces el niño será judío, judeidad ésta que pasará de generación en generación hasta el fin de los tiempos".
En la Biblia existen numerosos ejemplos de madres amorosas, abnegadas y decisivas en distintos momentos de la historia bíblica. De ellas, las mujeres actuales pueden y deben tomar ejemplo para lo que es un papel de gran responsabilidad no sólo social, sino espiritual en el desarrollo futuro de sus hijos.
Nuestras madres fungen como educadoras en gran medida alternamente con la educación que se nos da en las escuelas; pasamos más tiempo efectivo de nuestras vidas con ellas que con nuestros padres, regularmente por razones de trabajo, aunque en los actuales tiempos y ante las apremiantes carencias económicas que privan en la mayor parte del mundo, la mujer ha tenido que salir de su casa para ser ayudadora en el sustento familiar, por lo que su papel como trabajadora fuera y dentro de la casa encara mayores responsabilidades, sin menospreciar, por supuesto, la labor del varón.
Pero hay que resaltar fundamentalmente que una gran parte de lo que somos, se lo debemos en enorme medida a esas mujeres que sufrieron en su vientre los dolores que trae el dar a luz a un niño, que cambiaron nuestros pañales y que curaron nuestros raspones y heridas de los juegos infantiles, esas mujeres preocupadas porque trajéramos un suéter y no sintiéramos frío y que prepararan esos platillos que tantas veces añoramos.
La fecha es lo de menos, y si piensas como yo, que este día está relacionado con la comercialización, pero aun así, te nace regalarle algo a tu madre, hazlo, no te detengas; pero lo mejor que le puedes dar es tu cariño y tu respeto.
Quiero compartir finalmente esta lectura que se encuentra en el libro de Proverbios 23:22-25
22 "Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
23 Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
24 Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él.
25 Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz."

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