En el transcurso de esta semana, tuve la oportunidad de platicar con el hermano Cristian Gómez, presidente de la asociación civil Maná, Museo de las Sagradas Escrituras.
La organización es de tipo interdenominacional y tiene como uno de sus objetivos fundamentales construir el Museo de la Biblia de la Ciudad de México.
UNA VISION
El Museo, itinerante por el momento, cuenta actualmente con 400 biblias de épocas diversas y en varios idiomas, se le preguntó al hermano Cristian Gómez acerca de si existe la posibilidad de que haya un edificio que albergue la exposición permanentemente y esto fue lo que contestó:
"Es sobre todo una visión. Lo fundamental de un museo es la colección que quiere exhibir, porque se ha dado el caso de gente que ya está en un museo y no tiene colección de nada. Nosotros no contamos con un edificio, que es un recurso difícil de conseguir, pero tenemos lo más importante, la colección".
-Hay gente que colecciona libros, tal y como apareció en un diario capitalino, la semana pasada, para tenerlos en su biblioteca particular. De hecho hubo un coleccionista alemán que adquirió ejemplares de la Biblia de Gutenberg. ¿Cómo es que se deciden ustedes a exponer esta colección de biblias?
El hermano Gómez relata que él utilizaba la versión 1909 de la Biblia, y al empezar a compararla con otras ediciones, lo llevaron a darse cuenta de las diferencias que podía haber entre un texto y otro, lo que fue "despertando el deseo de tener más biblias. Yo llegué a tener más de 100 biblias en mi casa, como una colección particular. Pero siempre hay un sentimiento casi de culpa de pensar ‘esto lo tengo aquí nomás guardado’, y así nace la idea de que pudiera existir un edificio con un letrero como "Museo de la Biblia", donde la gente pudiera entrar constantemente, y así pudiera conocer este libro que es tan poco conocido en nuestro país. Un Museo de la Biblia tendría como objetivo mostrar un panorama breve de cuál es la historia de este texto, de qué trata, y cuál es su mensaje".
LOS OBJETIVOS
Pero la Asociación va más allá de la simple idea de exponer ejemplares de la Biblia en sus distintas traducciones o ediciones, sino que además tiene como meta, entre otras cosas:
- Administrar el Museo de la Biblia.
- Organizar exhibiciones temporales en diversos lugares públicos o privados.
- Crear la Facultad de Altos Estudios Bíblicos.
- Realizar investigaciones.
- Crear y administrar una Facultad de Filosofía.
- Crear y administrar la Escuela de Arte Bíblico.
- Editar facsímiles de biblias antiguas, libros, folletos, etc.
- Crear una biblioteca abierta al público, donde además se puedan consultar mapas, libros, revistas, periódicos, CDs, música, películas, todos relacionados con temas bíblicos, rabínicos, teológicos, artísticos y filosóficos.
LOS RECURSOS
-¿De dónde salen los recursos para adquirir los ejemplares?
"La mayoría de los recursos los aporto yo, y esto no lo digo para vanagloriarme, sino como una invitación para que todos cooperemos, porque un museo es un asunto muy caro.
"En México los museos están en crisis porque no hay los mismos presupuestos por parte del Gobierno para muchos de ellos, siendo que no se trata de instituciones lucrativas; es decir, no es un negocio y sin embargo se requieren fondos para incrementar la colección, la conservación de los libros, que requieren cuidado antiplagas, una iluminación y una temperatura especiales, restauración, además de la difusión, seguridad, trabajo administrativo, conseguir un local, mantenerlo abierto... Estamos hablando de un mundo de dinero y realmente lo que nos ha detenido para proyectar el Museo de una forma más amplia, son los recursos. Por eso la invitación es para que todo aquel que esté interesado en difundir la Biblia, pueda cooperar".
COSAS DEL PASADO
Agregó el hermano Gómez, con respecto a la importancia de la función de un museo con estas características, que "en un museo se guardan casi siempre cosas del pasado, cosas muertas, pero la Biblia dice de sí misma que es la Palabra viva. Este libro no puede ser pasado por alto, es una de las joyas de la literatura y al mismo tiempo ha formado a la cultura occidental y hay que reconocer sus características únicas, se sea creyente o no".
APERTURA
La exposición de biblias se ha llevado a diferentes sitios, no solamente relacionados con la religión, como pudieran ser iglesias o recintos frecuentados por cristianos, sino que ha llegado a estar presente en:
- Estación Tacuba del Metro de la Ciudad de México, el 31 de Octubre de 2000, y estando montada casi durante dos meses.
- Museo de Guadalupe, Zacatecas, en Abril de 2001.
- Biblioteca del campus Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y en la Sala Cuicacali, del 7 al 25 de Mayo de 2001.
- Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (FES Zaragoza), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del 31 de Octubre al 11 de Diciembre de 2001.
- En Hombre y la Cultura S.A., del 6 de Enero al 7 de Abril de 2002.
- Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), de la UNAM, del 15 de Abril al 8 de Mayo.
- Amistad Cristiana Lindavista, del 26 de Mayo al 23 de Junio de 2002.
Se proyecta como próxima sede la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Iztacala (ENEP Iztacala), donde la exposición permanecerá posiblemente los meses de Septiembre y Octubre, aunque aún falta confirmar las fechas exactas.
Es notorio observar, dados los lugares que han albergado la exposición, una apertura por parte de instituciones como la UNAM, aun a pesar de que los libros que conforman la muestra son de tipo religioso y relacionados fundamentalmente con el cristianismo y el judaísmo.
Al respecto, nuestro entrevistado señala:
"La historia del libro es paralela a la historia de la Biblia, el cual es el primer texto impreso. Es el libro más publicado, más traducido y leído y de ahí que la muestra se llame "Del Papiro a la Computadora: La Biblia, 4,000 años de Historia". La Biblia es la base del pensamiento en cuanto a religión, cultura y filosofía.
"La gente culta que está fuera de los ámbitos religiosos, ha tenido más apertura que quienes sí están en éstos. Hemos encontrado una respuesta muy favorable y entusiasta de parte de la gente que está fuera de las iglesias, pero que es culta y que aprecia el valor de los libros antiguos, así como el valor de la historia de un documento y fue en ese sentido que se abrió el Instituto de la Cultura de la Ciudad de México y la Universidad, lo cual es bueno. Quizá la gente está cerrada a una predicación estrecha que la presiona a tomar una decisión por cierto camino denominacional. Pero esa misma gente que puede rechazar una predicación estrecha, está abierta a considerar a la Biblia como un libro universal, de cultura, o hasta como un libro de fe y es en ese sentido que la respuesta ha sido muy favorable", concluyó.
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