Las circunstancias de la vida actual han dado lugar a una nueva clase de personas que van de aquí para allá sin que puedan saber del plan de Dios para sus vidas: ellos son "los importantes".
Son gente que se las vive con una agenda siempre apretada: desayunos, viajes, reuniones, juntas, exhibiciones y un sinnúmero de actividades que absorben su vida en aras de lograr los mejores rendimientos económicos para sus negocios y una mayor estabilidad material en lo personal.
Quizá muchos de ellos no se despidieron hoy de sus esposas o dejaron ya programadas las actividades de sus hijos para que las sirvientas las lleven a cabo.
Seguramente son gente muy respetable en la toma de decisiones de grandes corporativos y su opinión sobre cómo cubrir satisfactoriamente las necesidades de sus centros de trabajo debe ser tomada en cuenta, aunque en lo doméstico no sepan si sus hijos se sienten amados, pues siempre que los ven es cuando estos duermen o cuando los niños están por irse a la escuela.
"Los importantes", muchas de las ocasiones viven una vida llena de lujo, fama y despilfarro, sin tomar en cuenta que la vida es una dádiva de Dios que deben emplear para glorificar Su nombre, pero ellos sólo creen y ven por su gloria personal.
No hace mucho, uno de esos "importantes" murió por un problema de cáncer en el cerebro. Se trata del ex beatle George Harrison. Era un músico que había llegado a la cumbre de la fama y eso lo había llevado a acumular millones de libras esterlinas que al final valieron de muy poco ante el inminente mal que lo aquejaba ya que él buscaba la esperanza de una cura que lo ayudara a prolongar un poco más su existencia, cosa que no sucedió hasta que finalmente murió.
Entre una de sus últimas declaraciones, se encuentra una que apareciera publicada en la revista Reader's Digest: "La vida es así: nacemos, morimos. Pero con la creatividad sólo tengo fe. No es la fe en una religión en particular, porque me preocupa que las religiones empiezan las guerras. Es una gran creencia espiritual de que por allí hay algo verdaderamente mágico".
Puede notarse cómo la idea fundamental del músico no llegaba a tomar en cuenta la presencia de Dios en nuestras vidas, sino que su pensamiento estaba saturado de la magia de la filosofía oriental.
Muchos de "los importantes", que quizá no son estrellas de rock pero que al menos a su propio juicio son "gente importante", viven una vida vacía pensando que todo depende de los hados y la suerte y llegan a confiar en charlatanes que les hacen 'limpias', conjuros y demás supercherías que los alejan más y más de quien es el camino, la verdad y la vida: nuestro Señor Jesucristo.
Es posible que tú conozcas a un "importante", probablemente sea tan sólo un conocido, un amigo de la familia o hasta el clásico tío rico que todos tenemos. Date la oportunidad de hablarle del Evangelio y del plan de salvación que Dios tiene diseñado para él o ella. Puede que tengas que hacer cita y hasta antesala para poder entablar una charla y tal vez hasta te dé los minutos contados para que le puedas decir que hay un Dios que nos promete la esperanza de una vida eterna en el cielo a Su lado. Utiliza lo que creas conveniente en una forma sencilla y cumple con tu comisión:
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". (Marcos 16:15).
Que el Señor te bendiga.
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