miércoles, 7 de noviembre de 2012

Una Herramienta muy Avanzada (Publicado originalmente el Jueves 14 de Febrero del 2002).


En esta época de auge financiero, las grandes (y también las pequeñas) compañías están ávidas de conseguir las mejores herramientas para hacer más eficaz su labor y de esta manera lograr más ganancias.
Anualmente, en todo el mundo se invierten millones de dólares en la compra de equipos de cómputo, complicados programas de cálculo y finanzas, sofisticados sistemas telefónicos, al igual que se hacen enormes gastos en electricidad, telefonía, agua y otros servicios para quienes laboran en estos diferentes lugares, pues en la actualidad la mayoría de las grandes empresas dan servicio a sus consumidores las 24 horas del día los 365 días del año.
En una visita a uno de estos grandes consorcios, un grupo de estudiantes de administración tuvo la oportunidad de ser recibido por uno de los directores de la compañía.
Ellos ya habían estado en la mayoría de las áreas de la compañía, habían visto la maquinaria que empleaban, las instalaciones donde se encontraban las oficinas de atención a usuarios y ahora estaban ni más ni menos que en la oficina de uno de los cerebros de la organización.
La oficina estaba decorada al estilo modernista, lindas alfombras y un hermoso escritorio de maderas exóticas, caoba pulida, para ser exactos.
Alguno de estos muchachos quedó sorprendido y le preguntó a este director de la empresa, a qué debían el éxito del negocio, cuál era la herramienta que los había llevado a la cúspide empresarial.
El director, un sonriente hombre de ojos rasgados, bajo de estatura, impecablemente vestido y con el cabello corto y cano, miró fijamente al joven y sosteniendo la sonrisa le preguntó si en verdad quería saber cómo se había constituido la empresa y cual era su herramienta secreta. El joven se sintió intimidado de momento, pensando que quizá había hecho una pregunta tonta, pero contestó afirmativamente.
El hombre siguió sonriendo y sacó de su escritorio una vieja y desgastada Biblia. La puso en las manos del joven y le dijo: “aquí está nuestra herramienta más avanzada”, ahora sus azules ojos parecían brillar.
Los integrantes del grupo se quedaron petrificados. “¿Qué tiene que ver una Biblia con el éxito de una compañía?”
El hombre de negocios no pudo contener la risa y les dijo: “muchachos, ¿no se dan cuenta? En este negocio tenemos que cambiar constantemente equipo, mobiliario y a veces también al personal para moverlo a otras áreas. Sin embargo, este libro no ha cambiado en nada desde que yo era un niño y aún más atrás”.
Prosiguió: “mis socios y yo nos hemos fijado la idea de que muy por encima de nuestras jerarquías empresariales, tenemos un Jefe al que hemos de rendir cuentas, así que aplicamos sus enseñanzas en todas las áreas del negocio. Nuestra relación obrero-patronal no se sale de los esquemas que este libro enseña y no sólo nos ha ayudado en las épocas de auge, sino que hemos encontrado consejo en los tiempos difíciles. Por cierto, chicos, ¿sabían que este libro fue escrito ni más ni menos que por Dios? Ahora saben cuál es nuestro secreto, tenemos al mejor asesor de nuestro lado.
Los jóvenes no podían creerlo, el sonriente y amigable hombre de negocios tomó la Biblia, la abrío y les leyó esta porción del primer versículo del Salmo 27:
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Y agregó: “deben tener fe en Dios, muchachos, ¿nunca habían pensado en dejar a Dios como el eje de sus vidas?”
“No”, respondieron todos al unísono.
“¿Y no les gustaría que su Hijo Jesucristo fuera a partir de hoy su Señor y los ayudara no nada más en los negocios sino en todo lo que a sus vidas se refiere?”, les preguntó.
Un poco abochornados, algunos dijeron que sí, tenían miedo de que al salir quienes dijeran que no se burlaran de ellos, sin embargo, todos (eran un grupo de 7 jóvenes y 2 señoritas) respondieron afirmativamente.
Estos jóvenes recibieron no sólo una cátedra de administración de empresas, sino que aprendieron en una breve lección de cómo el poder de Dios y de su Hijo Jesucristo son la herramienta que necesitamos implementar en nuestras vidas, en ella se encuentran la sabiduría, el poder y la guía que nuestras vidas necesitan para salir adelante y caminar por el camino recto.

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