Ecología
Por Héctor Marín Segura
Por Héctor Marín Segura
Antes de comenzar, quisiera hacer una pequeña introducción de acuerdo con el texto bíblico encontrado en Génesis capítulo 1, versículos 27 a 31:
27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.
Dios había creado la vida tal y como la conocemos en nuestro planeta, y había nombrado al hombre como el "administrador" o "mayordomo", de la tierra, los animales, plantas y árboles que previamente el Señor había creado para, entre otras cosas, satisfacer las necesidades del ser humano.
Sin embargo, amado lector, puede que muchas veces hayas escuchado hablar de ecología en círculos seculares, y muy poco de ello en la iglesia.
¿Razones? Sinceramente no encuentro ninguna que justifique el silencio en el púlpito respecto al tema, ya que la orden de Dios y el privilegio de señorear la tierra, es clara y contundente. El lenguaje utilizado por nuestro Padre celestial no da margen a que Adán pudiese escoger el tomar o no la responsabilidad de hacer lo que el Señor dice, sino que Dios está hablando en forma imperativa, es decir, está dando una orden.
Muchos años han pasado desde que Dios se dirigió a Adán en relación al cuidado y responsabilidad de su entorno. La pregunta es: ¿A la fecha, hemos cumplido con la misión que nos encomendó Dios respecto al tema ambiental, que gira en torno al cuidado de la creación divina?
UNA CASA DESCUIDADA
Lamentablemente, la respuesta es negativa. Nuestro entorno es cada vez más lejano a lo que el Señor hubiera esperado de nosotros. Definitivamente hemos sido unos malos mayordomos, unos siervos desobedientes, que no hemos podido cultivar la tierra debidamente, y por el contrario, nos hemos ganado el dudoso privilegio de ser la mayor especie depredadora sobre la faz de la tierra.
Pienso que tal vez ese sentido de culpabilidad, ante tantas otras muchas culpabilidades que tenemos en nuestro historial desde la caída de Adán y Eva, ha hecho que poco se hable de asuntos ecológicos en los círculos cristianos. Ve a cualquier librería cristiana y notarás la escasa o quizás nula existencia de libros que hablen respecto a cómo los cristianos debemos actuar en la defensa de nuestro medio ambiente.
No hablo de crear organizaciones ecológicas y, mucho menos de amar más a la creación que al mismo Creador. No. Pero, ¿acaso no nos preocupa cumplir con nuestras tareas escolares o los encargos de nuestro jefe en la oficina? ¡Cuánto más nos debe interesar ser unos mayordomos dignos de nuestro Señor y cumplir con el cuidado de nuestro entorno!
Quizás tu casa está limpia, quizás no. Eso sólo tú lo sabes. Pero sal a la calle y encontrarás contaminación, basura, humo aquí y allá.
¿No se supone que con los avances de la modernidad, debería venir de la mano un avance en nuestra conducta? No, no es así. Nos hemos vuelto flojos y sucios, despreciamos la vida de otras especies, y esto se ha reflejado en la forma en que nuestro ecosistema se ha alterado.
La alerta ecológica parece lejana, y sin embargo tiende a convertirse en una realidad desoladora de altas y graves consecuencias. Por ejemplo, de acuerdo con datos proporcionados por el secretario del Agua del estado de México, Benjamín Fournier, la sobreextracción de los mantos acuíferos en el estado de México pone en riesgo el suministro del líquido tanto en la Ciudad de México como en el estado de México, en un plazo de 12 a 20 años, y no sólo eso, sino que amplias zonas del estado sufren deterioro ambiental por esa misma causa.
Eso en lo tocante al agua. Por otro lado, está la contaminación del aire, uno de los principales problemas que aqueja a la población mundial. Los laboratorios Promeco, señalan que en México se emiten anualmente más de 16 millones de toneladas de contaminantes. El 65 por ciento de los contaminantes son ocasionados por automóviles, y el 35 por ciento por plantas industriales. Asimismo, señala esta misma institución que en México hay 14 millones de fumadores activos y 34 millones de fumadores pasivos.
Creo que es importante señalar los daños que hace el cigarro, el cual es otro agente contaminante, el cual produce severos efectos negativos en la salud de los seres humanos, especialmente porque los fumadores suelen hacerlo tanto en las oficinas, como en sus propios hogares, en detrimento de su salud y la de los demás.
Tanto daño se ha causado a nuestra atmósfera a través de contaminantes, que la capa de ozono que protege a la tierra, se ha visto dañada en una extensión de 18 millones de kilómetros cuadrados. Ahora bien, puede que te preguntes: ¿y? ¿Qué con que la capa de ozono esté dañada?
Bueno, te comento que la capa de ozono está a 25 millones de kilómetros de nuestro planeta e intercepta las radiaciones ultravioletas del sol, las cuales son mortales para los seres vivos. El aumento del agujero en la capa de ozono de la Antártida deja pasar los rayos ultravioleta y gama que causan daños como cáncer en la piel y afectación de la retina.
ORGANIZACIONES Y PROPUESTAS
Ante la urgente necesidad de combatir los actuales desastres ambientales y prevenir otros peores, han surgido alrededor del mundo grupos ambientalistas que realizan sobre todo, campañas de conscientización acerca de la importancia de mantener el cuidado y el equilibrio de nuestro medio ambiente.
En su estudio bíblico para grupos "Mayordomía Ambiental", Ruth Goring Stewart se refiere a algunas de estas organizaciones que se dedican a la divulgación de información ecológica como:
-Au Sable Institute.
-Co-op America.
-Eco-Justice Working Group.
-Eleventh Commandnment Fellowship.
-Green Peace.
-Jubilee/Christian Farmers Federation.
-National Wildlife Federation.
-Sierra Club.
-Union of Concerned Scientist.
-Co-op America.
-Eco-Justice Working Group.
-Eleventh Commandnment Fellowship.
-Green Peace.
-Jubilee/Christian Farmers Federation.
-National Wildlife Federation.
-Sierra Club.
-Union of Concerned Scientist.
En México existen instituciones como el Partido verde Ecologista de México (PVEM), el cual a pesar de haber abandonado gran parte de sus intereses en pro del cuidado de nuestro entorno, ha declarado postulados y principios, de los cuales, me parecen importantes los siguientes:
-Combate global a la contaminación.
-Educación ecológica, especialmente para la niñez.
-Cuidados y regeneración de la flora.
-Respeto a la fauna.
-Tratamientos de desechos.
-Tecnología adaptada al medio ambiente.
-Control de la contaminación industrial.
-Controles ecológicos a la inversión extranjera.
-Equilibrio ecológico demográfico.
Entre otras.
-Educación ecológica, especialmente para la niñez.
-Cuidados y regeneración de la flora.
-Respeto a la fauna.
-Tratamientos de desechos.
-Tecnología adaptada al medio ambiente.
-Control de la contaminación industrial.
-Controles ecológicos a la inversión extranjera.
-Equilibrio ecológico demográfico.
Entre otras.
Ahora bien, el hecho de que estas asociaciones existan, no quiere decir que sea únicamente labor que quienes las integran el integrar políticas que dignifiquen nuestro medio ambiente, sino que en lo individual debemos actuar. No hay posición más cómoda, que decir: "que lo hagan todo los demás".
A lo largo de los últimos años, hemos visto el deterioro ambiental no sólo en nuestras comunidades, sino verdaderos desastres ambientales en diferentes partes del mundo:
-Según la Comisión Ambiental metropolitana, un millón 259 mil toneladas de desechos tóxicos inundan el Valle de México.
-En Torreón, Coahuila (México), un millón de habitantes viven en gran riesgo debido a un elevado nivel de arsénico en el agua de esa comunidad.
-Debido al calentamiento atmosférico provocado por las emisiones de dióxido de carbono, se prevé que en cien años, no habrá hielo en el Polo Norte.
-En Torreón, Coahuila (México), un millón de habitantes viven en gran riesgo debido a un elevado nivel de arsénico en el agua de esa comunidad.
-Debido al calentamiento atmosférico provocado por las emisiones de dióxido de carbono, se prevé que en cien años, no habrá hielo en el Polo Norte.
Lo anterior sin dejar de lado accidentes en materia ambiental como el de la fábrica Chisso, de Minamata, Japón; el problema ambiental en el Canal del Amor, en Nueva York, la fuga de pesticidas en la Union Carbide, en la India, los desequilibrios y daños a la flora y la fauna tras la serie de incendios que se dieron en este año; la serie de inundaciones que se vivieron el año pasado en diversos países de Europa, etcétera.
Para concluir, te quiero presentar tan sólo algunos datos acerca de la situación en que se encuentra nuestro planeta a la fecha:
25 mil especies desaparecen cada año.
6 mil millones de personas mueren cada año debido a la contaminación del agua y el aire.
En un 50 por ciento ha decrecido la biodiversidad en medios acuáticos.
Más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable.
En un 95 por ciento, ha disminuido la población de tigres en la tierra.
3 mil 500 millones de personas experimentarán escasez de agua para el año 2025.
19 países tienen crisis grave de agua, la mayoría de ellos africanos.
30 especies animales están en riesgo de desaparecer por la pérdida de recursos forestales.
30 por ciento de la población mundial vive en la pobreza.
112 mil 600 kilómetros cuadrados de selvas se perdieron cada año entre 1990-1995.
4 mil millones de árboles son derribados cada año en el mundo.
78 millones de acres de selva tropical se destruyen cada año.
6 mil millones de personas mueren cada año debido a la contaminación del agua y el aire.
En un 50 por ciento ha decrecido la biodiversidad en medios acuáticos.
Más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable.
En un 95 por ciento, ha disminuido la población de tigres en la tierra.
3 mil 500 millones de personas experimentarán escasez de agua para el año 2025.
19 países tienen crisis grave de agua, la mayoría de ellos africanos.
30 especies animales están en riesgo de desaparecer por la pérdida de recursos forestales.
30 por ciento de la población mundial vive en la pobreza.
112 mil 600 kilómetros cuadrados de selvas se perdieron cada año entre 1990-1995.
4 mil millones de árboles son derribados cada año en el mundo.
78 millones de acres de selva tropical se destruyen cada año.
Estos datos del Banco Mundial y de Earth Day Network, son desalentadores, y aunque creas que como cristiano haces bastante con ir a la iglesia los domingos, participar en el grupo de alabanza y cantar lindos coritos haces mucho, déjame decirte que te equivocas. Otra tarea que tenemos, es cuidar el mundo que Dios nos dio para habitar, además, recuerda lo que dice la Palabra de Dios en Números 35:33-34:
"33Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó. 34No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel".
¿Y COMO LO HAGO?
Hasta el momento, hemos señalado nuestro grado de irresponsabilidad y datos alarmantes, pero tenemos que hacer algo. Empieza en casa, con tus vecinos, en la escuela. No es necesario que te afilies a una organización ambientalista para hacer algo por nuestro planeta, platica con tus familiares acerca de cómo evitar ser parte de la cadena contaminante de nuestro mundo.
Creo que una clave útil que podemos tomar en cuenta, parte de nuestros valores como individuos, valores que se dan desde que estamos pequeños y somos educados por nuestros padres, al respecto, en su ensayo "Psicología Ambiental: Una Visión en Perspectiva", Serafín Mercado, Ana Maritza Landázuri y Alejandra Terán, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señalan:
"Tal vez la mejor manera de trabajar... sea la afirmación de valores, más acordes con una posición de respeto ante los otros y ante la naturaleza. En el fondo se trataría de trabajar para una conciencia y sobre todo para la formación de una cultura ambiental. Así, estimular una FORMACION ECOLOGICA en la juventud generará una nueva actitud de responsabilidad y respeto hacia nuestros recursos naturales como elementos fundamentales de una mejor calidad de vida y patrimonio de la humanidad. El alumno debe disponer de un conocimiento integral para que entienda que él no es parte aislada de la naturaleza, sino que forma parte de ella y que en la medida que la degrade, también se degrada A SI MISMO".
Evidentemente, este texto está dirigido a profesores, pero se puede aplicar a los padres de familia y sus hijos, en relación no sólo a este argumento que es bastante lógico y coherente, sino que es enteramente compatible con la responsabilidad, aún mayor, que como cristianos tenemos del mundo en que vivimos.
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