miércoles, 27 de febrero de 2013

Las buenas maneras del cristiano (Publicado originalmente el Martes 30 de Diciembre del 2003).


Las buenas maneras del cristiano
Por Héctor Marín Segura
Termina el año, y con él, quedan atrás los recuerdos de tantas y tantas cosas vividas a lo largo de 365 días en que compartimos con nuestros semejantes sucesos tristes, sucesos de tensión, de angustia, pero también momentos de felicidad, de dicha y sobre todo, de comunión con Dios.
Una pregunta que me hago a menudo, es ¿qué tanto he hecho por esparcir la Palabra de Dios?
Haciendo un recuento de lo vivido a lo largo del año, rememoro las oportunidades que he tenido de compartir el Evangelio personalmente con gente que se me ha acercado con ciertas dudas acerca de lo que creemos los cristianos; asimismo, tomo en consideración la oportunidad que generosamente se me ha dado de compartir escritos evangelísticos y de actualidad en este espacio llamado "Espejo", y la oportunidad de impartir alguna plática dirigida a no creyentes para que conozcan el plan de salvación de nuestro Señor Jesucristo.
Evalúo todo, y veo que he hecho bien poco. No lo digo en sentido de ufanarme para que alguien diga: "hermano, pero si usted se ha dedicado bastante..." Realmente, nunca es suficiente, y creo que, la tarea no sólo es hablar de Cristo, sino vivir en El.
He notado, que el error de muchos cristianos -y por supuesto que me incluyo-, es que hablamos y hablamos de Cristo, de la salvación; rechazamos doctrinas contrarias a la fe bíblica, pero... ¿Se refleja en nuestra vida la presencia del Señor Jesús en nuestros corazones?
Muchas veces criticamos de manera áspera, dura, a quienes no comparten nuestra fe, y en lugar de permitir que los demás vean la felicidad anidada en nuestro interior gracias al sacrificio de nuestro Salvador, muchas veces nos portamos exageradamente tajantes, y hasta crueles, con quienes no han tenido la dicha de acceder a las promesas de Jesús.
No han sido pocas las ocasiones en que, platicando con otros hermanos, he notado cierto aire de superioridad para con los no creyentes, sin tomar en cuenta que realmente no hubo ninguna acción meritoria de nuestra parte para ser salvos, sino que fue por la gracias de Dios que alcanzamos esa salvación.
Incluso, entre los mismos creyentes, he notado cómo algunos se ostentan presuntuosos por tener algún cargo en la iglesia, sin recordar que un ministerio no es para el beneficio personal, no es para autogloriarse, sino para servir a quien es el verdadero Dueño de todo cuanto existe: Cristo Jesús.
GENTILEZA
Filipenses 4:5, dice: " 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres".
Al leer este versículo, pienso que algo por lo que debemos orar a Dios, es por ayudarnos a ser portadores de las buenas nuevas con un ánimo humilde, no contenciosos ni jactanciosos, sino de una forma en que los demás vean que efectivamente Cristo está en nuestros corazones.
Muchas veces, una actitud humilde, cordial y sencilla, puede más que un discurso lleno de citas bíblicas pero sin un reflejo de que realmente se vive lo que se predica.
Dice un conocido refrán que "lo cortés no quita lo valiente", y es algo completamente cierto, la cortesía no nos va a hacer menos cristianos, sino por el contrario, nos ayudará a dar un mejor testimonio ante quienes no conocen a Jesucristo.
La cortesía y la gentileza, además, no sólo podemos emplearlas exclusivamente para la predicación, sino para todos los aspectos de nuestra vida. Tener una actitud cordial y condescendiente con los demás, nunca nos hará menos a los ojos de Dios ni mucho menos.
Recordemos que aun el Rey de reyes y Señor de señores no nació en un gran palacio, no fue atendido por sirvientes que estuvieran a su disposición, sino por el contrario, fue tan humilde que vino a nacer en un establo a pesar de ser un Soberano y el Dueño de todo cuanto existe.
Somos hijos de un Rey, pero debemos seguir su ejemplo. No te digo con esto que busques que tus hijos nazcan en establos o que lleven una vida de privaciones materiales; me refiero a que podemos mostrar nuestra humildad de otras formas. Piensa que si nuestro Señor Jesús fue capaz de dar su preciosa sangre por los pecadores, nosotros podemos por lo menos hacer el esfuerzo de decirle "buenos días" al vecino, pedir las cosas "por favor", cederle el paso a alguien que lleva prisa y especialmente dar las "gracias" a quienes nos ayudan en algo. Parece mentira, pero a veces, en esos mínimos detalles, son tomados muy en cuenta por las demás personas. Hay que ser cautos y modestos en nuestra forma de hablar y dirigirnos a los demás, si otros ven que nos expresamos con frases mundanas y vulgares que se dicen en la radio o en la televisión, muchos podrían preguntarse: ¿cuál es la diferencia entre un cristiano y un no cristiano?
No hablo de fingir, no hablo de actuar, sino de reflejar lo que somos. Ser gentil con los demás, puede ser un buen propósito para comenzar este año. Dios te bendiga y que comiences este año 2004 con la paz de Dios en tu vida.
¡Feliz año nuevo!

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