miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Qué hay en... (IV) ...los medios escritos? (Publicado originalmente el Sábado 5 de Julio del 2003).


¿Qué hay en... (IV)

...los medios escritos?
Por Héctor Marín
Abandonemos por un momento el tema de los medios electrónicos de comunicación, para trasladarnos a los medios más comunes, que son los escritos.
Hay que tomar en cuenta que pese a los planes en materia educativa, es todavía una triste realidad el que América Latina siga contando con altísimos índices de analfabetismo. Ese es uno de los primeros obstáculos con los que nos enfrentamos en nuestra lucha por obtener espacios ante el mundo.
Otra cosa, es que en nuestro ámbito latinoamericano, sigue siendo una realidad que si bien la iglesia católica sigue perdiendo fieles día con día, estas personas que salen de dicha institución no necesariamente lo hacen para comenzar a congregarse en nuestras Iglesias, sino en grupos sectarios como los conocidos Testigos de Jehová, por poner un ejemplo, quienes acondicionan la mente de sus nuevos adeptos a través de literatura producida por ese grupo religioso con el fin de moldear la perspectiva de sus creyentes hacia una visión completamente manipulada de las cosas, con la consigna, además, de que quien lea otro tipo de literatura, puede ser excluido de dicho movimiento.
Nuestras publicaciones, como cristianos, siguen pareciendo "raras" para el resto de la población. Usted, querido lector, muéstrele a algún pariente suyo que no sea evangélico, una revista o un periódico cristiano, y notará la cara de extrañeza en el rostro de esa persona.
Pocos casos son los que podemos contar en que el periodismo cristiano "ha salido a la calle". Me llega ahora a la mente la columna "Prisma", la cual se publicó durante muchísimos años en el periódico de circulación nacional Novedades, pero la columna dejó de publicarse, ya que dicho periódico desapareció.
Actualmente, podemos hablar de pocas publicaciones cristianas que puedan ejercer una función de "voceras" de nuestra fe, nuestra realidad y nuestra actualidad.
En México destacan IPI, Eventos, Noticielo, Noticiero Milamex, Maná, Crónicas, El Faro, Alianza, Prisma, y la guía comercial Gratuito Plus, de amplia aceptación y demanda entre el pueblo cristiano.
Sin embargo, estos medios son conocidos por nosotros, pero no por quienes no son como nosotros.
EN EL PUESTO DE REVISTAS
Puede en su lugar de origen el lugar donde se expenden las revistas se llame kiosko, en realidad eso no es lo importante.
Lo que quiero destacar es lo siguiente: ¿ha notado usted la cantidad de publicaciones que hay? Ahora, otra pregunta: ¿Ha notado usted la calidad de esas publicaciones?
No hace falta ser un perito en comunicación colectiva, ni en periodismo, ni en artes gráficas. Pocas son las publicaciones que realmente destacan por su calidad.
La tradición periodística de México se remonta a muy antiguos orígenes en los que las plumas de historiadores, caricaturistas, cronistas y hasta literatos, normaron un criterio en los lectores, haciéndolos críticos y buscadores de un periodismo de calidad.
La historia actual, nos habla de tres principales periódicos bajo los cuales se ven representados los principales sectores políticos de la sociedad mexicana contemporánea: La Jornada (izquierda); Reforma (derecha); Milenio Diario (centro). De estos tres diarios, sólo Milenio Diario tiene una sección fija en la que se tratan temas de actualidad en el ámbito religioso del país. Dado que es una sección muy pequeña, de apenas una plana semanal, este diario lo mismo habla de cuestiones que atañen a la Iglesia Evangélica, que de cualquier otra confesión religiosa. Tal y como debe ser en un periodismo laico, no se le da preferencia a nadie, pero se corre el riesgo de que, por una mala interpretación de los reporteros, se pudiera dañar la imagen al exterior de determinado movimiento religioso.
En cuanto a las revistas, destacan las revistas con contenido político, de las cuales Proceso es la más respetada por su veracidad.
Después, hay revistas para todos los gustos como Quo, Muy Interesante, y Conozca Más, que van dirigidas a un público medianamente educado de clase media y clase media alta, ya que existen revistas de divulgación científica cuya distribución es muy inferior, como el caso de La Recherche.
Y luego, vienen los productos de consumo masivo: TVNotas y TV y Novelas, esperpénticas revistas cuasi pornográficas en las que se destacan los "chismes de la farándula", con el empleo de un lenguaje vulgar y acorrientado, fotografías bastante provocativas, ya que los actores y actrices son mostrados como si se tratara de un catálogo de venta de personas, aunque cabe destacar también que la calidad de impresión es excelente, así como la presentación del producto final, el cual está hecho en papel couche a todo color.
Pero aún se puede caer más bajo, la Secretaría de Gobernación de México parece distinguirse por lo permisiva que es, y últimamente vemos cómo el mercado ha sido infestado de una serie de historietas con contenidos completamente inclinados a incitar y a saciar el morbo sexual de los lectores. Ahí podemos ver dibujos masculinos con el torso desnudo, dibujos femeninos en el mismo tenor, y más cosas que no vale la pena describir, a esto, habría que agregarle el lenguaje que se utiliza en los argumentos, los cuales sinceramente son en su mayoría, carentes de coherencia.
PRESENCIA
Estamos hablando, entonces, de un muy amplio panorama de lecturas que no sólo no son cristianas, sino que incitan al pecado, por un lado, y al adormecimiento mental de los individuos, por el otro, lo que de cualquier modo lleva a un pueblo a mantenerse en la ignorancia intelectual y espiritual.
Aquí había que ver que, siendo realistas, nuestros medios escritos como cristianos, están muy lejos de hacer la competencia (y al hablar de competencia no hablo de volumen de ventas, sino de proponer una alternativa a la gente, a los lectores) a las demás publicaciones que circulan en el país, ya que, como dije anteriormente, nuestros medios son cosa "rara" para los demás. Mientras sigamos pensando en una tímida distribución sólo en nuestro pequeño círculo, no podremos llevar una bendición potencial a lectores que realmente tienen la necesidad de conocer a Jesucristo y por otro lado, saber quiénes somos, que no mordemos, que no somos tan raros, que pese a las diferencias doctrinales que podamos tener con los demás, podemos encontrar un punto de encuentro y esto es a través de Cristo, que vino a rescatar nuestras vidas y nuestras almas de la destrucción, y que Cristo es Alguien más allá de tradiciones y cultos externos.
Pero, repito, esto no lo podemos lograr, si no nos abrimos, como una comunidad, estamos en nuestro derecho de manifestarnos y emplear los recursos legales que nos den esa posibilidad.
LIBROS
Pero los medios escritos no son sólo revistas y periódicos. Es curioso, yo trabajé no hace mucho en una librería cristiana y algo que me sorprendía es que la gente comúnmente no compra libros. Se dice que los cristianos somos el pueblo del Libro, porque leemos la Biblia, sin embargo, yo tuve la oportunidad de observar, especialmente entre los jóvenes, que la lectura bíblica quizá no está muy extendida, pero en cambio los chicos están enteradísimos de las próximas presentaciones de los grupos cristianos de moda.
De ninguna manera quiero decir que es malo que los jóvenes se quieran divertir, quieran vivir como lo que son. Estoy en desacuerdo con la idea de jóvenes-ratones de biblioteca, pero tampoco estoy a favor de jóvenes que no sepan defender su fe. Puedo dar ejemplos, incluso, de muchachos nacidos en hogares cristianos cuyo desconocimiento sobre cuestiones elementales de las Escrituras era apabullante.
Creo que un joven se puede divertir, puede convivir sanamente con sus amigos, bromear, ejercitar su cuerpo y prepararse en lo académico, pero también creo que el aspecto espiritual no debe ser descuidado, ya que es precisamente durante nuestra juventud, cuando más estamos propensos a dejarnos llevar por nuestras emociones, lo cual nos puede hacer caer en errores de los cuales podríamos arrepentirnos toda la vida, por ello, considero importante promover la lectura de la Biblia entre los jóvenes cristianos, pero esto no debe ser una tarea que deba ser cumplida solamente por los pastores o maestros de escuela dominical, sino por la Iglesia entera, con el fin de formar vidas que vayan encaminadas en la senda de Jesús.
Por otra parte, volviendo al tema de los libros, he notado que pocas son las editoriales latinoamericanas que publican libros cristianos. Esto puede que se deba a la situación económica que vive el mundo en general, por ello es digno de reconocerse el esfuerzo de instituciones como las Sociedades Bíblicas, que hacen no sólo el esfuerzo de distribuir Biblias, sino incluso, trabajan en la traducción de la Palabra de Dios a lenguas indígenas.
Finalmente, pienso que es importante que reflexionemos sobre estos temas, estamos inmersos en un mundo que va corriendo descontroladamente hacia el caos y la inmoralidad.
Los valores cristianos son cada vez más vistos como anticuados y timoratos, quienes tienen la oportunidad de dirigir un medio cristiano, se enfrentan a un reto que, puede costar mucho trabajo, pero que finalmente traerá una recompensa que puede cambiar la vida de quienes no conocen a Jesús nuestro Señor.

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