jueves, 21 de agosto de 2014

Brevísimo Diccionario Marín de la Docena (D) (Publicado originalmente el 22 de mayo de 2008).

Breve Diccionario Marín de la Docena
Por Héctor Marín Segura
D



dedocracia. En regímenes donde la democracia se da sólo de nombre, la práctica de la dedocracia es moneda corriente en casi todos los aspectos de la vida social. Fundamentalmente, la dedocracia se refiere al acomodamiento de individuos en la esfera del poder, no por sus capacidades, no por su compromiso para trabajar, no por sus ideas o sus propuestas, no por su respuesta ante las tareas a desempeñar o ante las emergencias, sino por su cercanía con el presidente, con el poderoso, quien sólo extendiendo el índice, señala al elegido para cubrir tal o cual función. La práctica dedocrática se ha extendido al ámbito escolar, donde el alumno que obtendrá la beca es el que le llevó la manzana a la maestra o el que le cae bien a ésta; en el ámbito laboral, el dedo del gerente apuntará hacia un amigo suyo que asumirá la labor de subgerente, así varios hayan hecho un examen para conseguir el puesto. Compadrazgo, amiguismo, todo lo amalgama la dedocracia en detrimento del avance, del desarrollo y del progreso. En México nos quejábamos del régimen dedocrático priísta, pero la realidad con el PAN no ha cambiado. Individuos de doble moral y pusilánimes ocupan puestos de gran relevancia sin tener la mínima idea de lo que deben hacer. Realidades tristes que debemos superar.
derecha. En política a la mexicana la derecha puede entenderse como un conjunto de prácticas variopintas y folclóricas que buscan repercutir en el ánimo y en la vida de la nación. El derechista mexicano comúnmente es católico confeso y asiste a misa este domingo y el que sigue también, no le da pena alguna que lo vean comulgando o besando la mano de los religiosos; procura dar jugosas limosnas, esperando con ello ganar un mayor y mejor lugar en el cielo (¿?). El político derechista casi siempre es empresario. Es partidario de la mano dura, de la disciplina férrea para con los empleados; no paga buenos salarios, pero les enseña a sus trabajadores el valor de sentirse útiles, se asquea cuando alguno de ellos habla de cosas como aumento de sueldo, reparto de utilidades o ese tipo de temas tan "materiales". Pretende ser una persona "bien informada", por lo que consulta diarios, revistas, estaciones de radio afines a su ideología y no cesa de criticar cualquier tipo de movilización social o cualquier manifestación diferente de la de quienes están en el poder, acusándolos de "agitadores", "comunistas", "chusma", "nacos" y demás epítetos. Por su parte, es mexicano "hasta las cachas", pero tiene muy arraigado el gusto por lo extranjero y ve en Estados Unidos el ideal de la vida. Para él, votar por el PRD o algo que sea diferente al PAN o al PRI es casi como entregarle al diablo sus fábricas y oficinas. Su personaje favorito es él mismo.
descanso. Dios creó a Adán para que trabajara la tierra, lo hizo perfecto, con una condición física y una salud envidiable. Sin embargo, Dios consideró que Adán tenía que descansar un día, por ello, el descanso es algo merecido, justo y hasta obligatorio. A muchos nos falla, quizá, que no siempre aprovechamos nuestro descanso como quisiéramos. Hay quienes ese día lo ocupan para lavar, planchar, hacer trabajos en la casa... Otros aprovechan el día para hacer las compras, podar el pasto, o cualquier otra tarea, con lo que el shabbat, día de descanso, pierde su objetivo. Al decir shabbat, no me refiero al sábado en sí, sino al descanso. ¿Qué pasa entonces? Que si al día siguiente hay que ir a trabajar, llegamos al centro de labores con la "pila baja", sin fuerzas para afrontar el estrés cotidiano. Quisiéramos poder hacer todo, pero la verdad es que no siempre podemos hacerlo. Lo mismo pasa con quienes son fiesteros y el día de su descanso lo aprovechan para desvelarse y andar de aquí para allá. Al día siguiente se presentan a trabajar en calidad de zombis. Procuremos que el día de descanso sea para reposar, convivir con nuestra familia y eliminar de nuestra mente, tan sólo ese día, las preocupaciones laborales.
desempleo. Terrible etapa para quienes lo hemos experimentado. El desempleo es consecuencia no sólo de nuestras bajas capacidades. Hay gente brillante, con una energía y un sentido de la responsabilidad enormes, que no encuentran un trabajo donde se valore su verdadero nivel. Cuando el período de desempleo se alarga, el individuo tiende a entrar en estados continuos de depresión, pensando que es un inútil y culpándose por no poder encontrar algo adecuado. Este es, lamentablemente un punto de riesgo, cuando la desesperación lleva a la persona, en el peor de los casos, a cometer suicidio, pues hasta ahí se mina la autoestima del sujeto. Otra situación no menos alarmante, es cuando la persona se decide por tomar cualquier otro tipo de trabajo, aunque gane mucho menos que antes, con tal de obtener algún ingreso. Esto, repercute en su historial laboral, pues da cuenta de las devaluaciones a las que el hombre o la mujer en cuestión se ha visto confrontado. Es difícil pedir al desempleado calma, hay muchísimos y variados argumentos que nos hacen pensar que es ridículo pedirle a alguien estar tranquilo, pero tan sólo hay que tener una chispa de esperanza de que Dios cambiará nuestra situación. ¡Ánimo!
diablo. El diablo definitivamente es un pobre diablo, un perdedor. Desde tiempos inmemoriales, el diablo ha querido suplantar a Dios sin éxito alguno. El diablo sin embargo, es un espíritu con poder. El diablo puede engañar, el diablo puede llegar a dominar algunos aspectos y hasta adueñarse de la voluntad de un individuo. Sin embargo, el poder del diablo está acotado, y ante el poder de Dios, el diablo se ve desarmado a pesar de lo ingeniosas que pudieran ser sus triquiñuelas. El diablo conoce la Biblia, sabe quién es Dios, sabe quién es Jesucristo, conoce sus alcances, conoce versículos enteros acerca de ellos y sin embargo, no ha terminado de comprender, dada su necedad, que la batalla que libra contra el Todopoderoso es una guerra perdida desde el principio. Busquemos no hacerle el juego, tratemos de vencer las tentaciones, no le hagamos caso, aunque sus ofrecimientos pudieran parecer ideales, no caigamos en el engaño.
diáconos. Poco reconocida es la labor en las iglesias de estos hombres de Dios. Nosotros llegamos al templo y nos sentamos como si nada, sin tomar en cuenta el trabajo que ellos realizan. Los diáconos son a veces carpinteros, pintores, albañiles, mozos, recepcionistas, secretarios, tesoreros y hasta visitan enfermos y aconsejan. Su labor y la de los ancianos, alivian en gran parte el cúmulo de trabajo de nuestros pastores. Que Dios bendiga a nuestros diáconos.
dieta. La gente asocia las dietas con dejar de comer o con comer sólo determinados productos. La dieta, en primer lugar, no sirve sólo para bajar de peso, sino también para subir. Hay quienes están bajos de peso y requieren ganar algunos kilos para estar en forma. Un querido amigo, profesor de educación física, me comentó que el secreto de la dieta no está en comer poco, sino en consumir lo necesario para hacer nuestras labores, y que el ejercicio es necesario para que la dieta tenga éxito. Así que no hay que estarse sacrificando, sino solamente comer lo que necesitamos y no hacer de los alimentos un martirio por no poder contener nuestros antojos. Comer excesivamente, enferma; no comer, también enferma.
Dios. Jehová, Yahvé, el nombre exacto no lo conocemos, pero sabemos que es Aquel que se manifestó a Moisés y le entregó las tablas de la ley. El Creador, el Omnipotente, el Altísimo, maravilloso, el de las obras incontables. Nuestro Dios que es uno en tres personas: El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, El Padre no es el Hijo, el Hijo no es el Espíritu Santo ni el Espíritu Santo es el Padre. El Dios que nos libera, el Dios que redarguye, que aconseja, que perdona, todo esto y mucho, mucho más, es nuestro Dios. A Él sea toda la honra, la gloria y la alabanza por siempre.
domingo. Para algunos el domingo es el día del futbol. Para os cristianos, por regla general, es el día que dedicamos al Señor. Los demás días se han utilizado para realizar las actividades laborales, escolares o de otra índole. El domingo el cristiano se alista para estar en la iglesia, convivir con los demás hermanos y escuchar la Palabra de Dios. Después de la iglesia, no juzgo a nadie por las actividades que lleve a cabo. Sin embargo, algunos -los menos, quizá-, trabajamos el domingo. Quisiéramos tener tiempo para vestirnos con calma, desayunar en familia y acudir todos a la iglesia. Gracias a Dios hay iglesias donde también hay cultos por las tardes, por lo que quienes trabajamos, podemos aprovechar también para tener un espacio de comunión con Dios. Y tú, ¿qué haces los domingos?
dopaje. En la época en que este diccionario se está elaborando, se acerca cada vez más la fecha para que se celebren los Juegos Olímpicos en Pekín, China. Está por escribirse cientos de páginas de historia deportiva. Correrán ríos de tinta que nos informarán sobre las hazañas de los atletas participantes. El punto malo es que en estas justas se da cada vez más el caso de deportistas que utilizan sustancias prohibidas con tal de obtener un mayor rendimiento en las competencias. El dopaje es uno de los lastres que no se han podido eliminar del deporte moderno y esto está dando al traste a carreras que parecían limpias y sólidas. Esperemos que Pekín no se vea empañado por estos casos, pero se ve que va a ser casi imposible.
duda. No nacemos sabiéndolo todo. La duda no por esto nos hace tontos. La cosa está en que si no sabemos algo y queremos alejar la ignorancia de nuestras mentes, basta con que preguntemos a quien sí sabe o nos informemos a través de los medios y los canales adecuados. Lo que sí, quedarse con la duda, sí es de tontos y de necios también.
dulces. De niños consumimos una importante cantidad de azúcares a través de los dulces que comemos. Esto trae a muchos infantes problemas de sobrepeso, mayor riesgo de padecer diabetes y las clásicas picaduras de dientes, lo cual los dentistas agradecen. La industria dulcera mexicana tiene muchos y muy variados dulces que hacen la delicia de quienes los prueban: Trompadas, pepitorias, jamoncillos, alegrías, charamuscas, pirulíes, obleas, morelianas y muchos más. De los dulces no típicos, de mis tiempos, recuerdo los lacitos, las palanquetas de cacahuate, las pipas de cajeta, los chiclosos Kori, las paletas enchiladas Luxus, los chicles Duper du y Flecha; los de Topo Gigio, Batman, el Hombre Nuclear y otros. Unos polvitos que se llamaban "cuetitos", el Miguelito y tantos otros que creo que ya no existen.

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