miércoles, 20 de agosto de 2014

Sectas Para Cualquier Ocasión: El Culto a la Santísima Muerte (Publicado originalmente el 2 de octubre de 2005).

Sectas Para Cualquier Ocasión: El Culto a la "Santísima" Muerte
Por Héctor Marín Segura

Otro de los grupos sectarios que ocupan nuestra atención, destaca el denominado Iglesia Católica Tradicionalista Mex-USA, el cual es promotor del culto a la "Santa Muerte".
Dicho grupo, cuya cuestionable liturgia carece de pies y cabeza, tiene como cabeza visible a un tal "arzobispo" de este culto, cuyo nombre es David Romo.
El culto a la "Santísima Muerte", sostiene, entre algunas de sus características, lo que se conoce como "misa tridentina", es decir, la misa católica pero hablada en latín.
Su sede, la parroquia de la Misericordia, ubicada en la calle de Bravo, colonia Morelos de la capital de la República Mexicana, es el principal centro de veneración de la "Niña Blanca", como le conocen sus seguidores.

LA IMAGEN
Al igual que en el catolicismo romano, esta secta fundamenta como uno de los elementos principales para poder dar fuerza a la veneración de la muerte, la representación a través de pinturas o esculturas alusivas en este caso a la "Santa Muerte", la cual muestra un esqueleto vestido con una túnica blanca, la cual sostiene en una mano una guadaña, y en la otra un globo terráqueo. Otras imágenes tienen una balanza, un reloj de arena y una lámpara.
Es muy común, en lugares determinados de la Ciudad de México, ver pequeños altares con tan espantosa figura, especialmente en aquellos que son frecuentados por prostitutas, ladrones y narcotraficantes. El barrio de Tepito, en el corazón del Distrito federal, es otro de los sitios donde dicha "veneración" ha cobrado fuerza.
¿Cuál puede ser el motor o el motivo para que día a día tantos adeptos se vayan sumando a dicho culto?
Para muchos, tal y como señala el promotor literario del culto a la "Santa Muerte", Juan Ambrosio, es lo "democrática" que es en sí la muerte, ya que a final de cuentas, los humanos estamos destinados a morir, sin importar edad, sexo, posición social o económica, etc.
Por otra parte, se trata de la adaptación a nuestros días, de antiguos y milenarios rituales prehispánicos, en los cuales la veneración a la muerte era primordial y prueba de ello es la persistencia con el paso de los siglos de festejos como el día de muertos, tan arraigado en la cultura mexicana, al grado que, en las escuelas públicas, pese a que se dice que la educación debe ser laica, se promueve y se insta a los alumnos a adentrarse en dichos festejos y se les enseña cómo hacer un altar a los muertos (ya que la creencia tradicional es que ese día los muertos regresan del más allá) en los cuales se ofrece a los difuntos los platillos que solían disfrutar en vida.
Este festejo fue "cristianizado" por el catolicismo romano, cuando se instituyó el día de muertos en el año litúrgico católico.
Ahora, ante los embates de la globalización y la fuerte influencia de las costumbres norteamericanas en los países latinoamericanos, el culto a la muerte está sufriendo un nuevo sincretismo, al encontrar afinidad con la celebración anglosajona del Halloween, por lo cual no es difícil entender por qué la secta que promueve en México la veneración a la muerte lleva el nombre de los dos países representativos de los festejos paganos que tienen que ver con la muerte: México y Estados Unidos.
Así, podemos establecer que por un lado, la Iglesia Católica Tradicionalista Mex-USA enlaza elementos del romanismo y de antiguas costumbres autóctonas, para crear un sistema de creencias no definido, empezando por ejemplo con que en primer lugar, no se sabe la forma en que son ordenados los ministros de dicho culto y no presentan tampoco un cuerpo doctrinal coherente.

LA MODA Y EL BOOM
Para otros, la "Santa Muerte" es el pretexto para poner altares en casa o incluso para poder llevar a cabo ceremonias que en la religión tradicional no se permitirían, como lo fue por ejemplo la boda entre la vedette Niurka Marcos y Bobby Larios, quienes al saber que en la iglesia católica, de la cual dicen ellos ser fieles, no se permitiría su matrimonio, decidieron hacerlo en la Iglesia Católica Tradicionalista Mex-USA.
México, país donde su majestad la televisión es mater et magistra (Jorge Saldaña dixit) es campo fértil para que un pueblo inculto y adormilado por los medios electrónicos decida seguir los pasos de fe de las estrellas de la pantalla, sin darse cuenta que sólo están reproduciendo un error que por supuesto, Dios no acepta.

¿REIVINDICACIÓN ÉTNICA?
No deja, de cualquier manera de llamar la atención, que un culto con posibles orígenes prehispánicos tenga vigencia en la actualidad. Menos, cuando se supone que, paralela a la conquista de México por parte de los españoles, se dio también la "evangelización" de los indígenas por parte de los misioneros que acompañaron a las tropas de Hernán Cortés, lo cual hablaría del estrepitoso fracaso de dichos misioneros, pues finalmente el culto, que al parecer, según una revista de esas que hay por montones relacionadas con el tema en los puestos de revistas, está dedicado a las deidades aztecas Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl. Muchos de quienes dicen "venerar" a la "Santa Muerte", lo hacen no sin cierto afán protagónico de sentir que por sostener este tipo de creencias son mejores mexicanos, pues, a final de cuentas el objeto de su culto tiene que ver con las raíces indígenas que tenemos todos los mexicanos.

PERO... ¿Y QUÉ HACE LA "SANTA MUERTE" POR SUS FIELES?
Según los fieles del culto, a la "Santa Muerte" se le pueden pedir muchos favores, tal y como ocurre con los santos del catolicismo romano. Entre sus principales "especialidades", están:
  • Alejar las malas amistades de nuestra pareja.
  • Cuando se está enfermo a través de un "trabajo" de brujería o magia negra.
  • Para alejar a un amor que no conviene.
  • Para alejar a los novios de nuestros hijos.
  • Para que la pareja ayude económicamente.
  • Para que no entren chismes a la casa o negocio.
  • Para que nos paguen deudas.
  • Socorrer a los presos.
  • Resolver problemas legales.
  • Para operaciones.
  • Incrementar las ventas en el negocio.
  • Obtener dinero.
  • Para encontrar al verdadero amor.
  • Para retirar a un mal vecino.
  • Etcétera.
En fin, que si damos cuenta del tipo de peticiones que recibe la "Santa Muerte", encontraremos que está muy ligada a la consecución de objetivos que tienen que ver más con lo carnal que con lo espiritual, para lo cual podríamos concluir que la "Santa Muerte" no es sino un fetiche a través del cual la gente quiere encontrar de manera "mágica" la solución a sus problemas.

LA BIBLIA DICE...
La fe bíblica nos muestra cómo este tipo de creencias no están acordes con los deseos de nuestro Señor.
Puede que tener una imagen de la "Santa Muerte" parezca algo muy exótico y que venerar a una deidad azteca parezca algo muy nacionalista, pero quienes conocemos quién es el Creador del universo, sabemos que nuestros Señor Jehová es Dios celoso que ordena: 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí" (Éx. 20:3).
La "Santa Muerte", es sin duda, una deidad ajena a la fe bíblica y una aberración en sí misma, ya que la muerte no puede ser de ningún modo un factor que obre de manera positiva en la vida de la humanidad. En el jardín de Edén, Jehová Dios advirtió a Adán cuál sería su destino (castigo) si no obedecía la prohibición de comer fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal: 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Gn 2:17).
El pecado, pues, trajo consigo para el ser humano la maldición de la muerte: 23 Porque la paga del pecado es muerte". (Ro. 6:23).
Además, Cristo venció a la muerte al haber resucitado de entre los muertos: 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados". (1 Cor. 15:21-22).
Y finalmente, ni la "Santísima Muerte", ni ningún ángel, santo, animal, persona u otra criatura, tiene el poder que sólo tiene Jesucristo, quien es el Único en el que tenemos salvación, y esto debemos tenerlo, de verdad, bien presente, pues él dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn. 14:6).

Así que queda claro, la muerte no tiene ningún poder ante Jesucristo.

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