miércoles, 20 de agosto de 2014

Sectas Para Cualquier Ocasión: Los Testigos de Jehová (Publicado originalmente el domingo 21 de agosto de 2005).

Sectas Para Cualquier Ocasión: Los Testigos de Jehová
Por Héctor Marín Segura

En esta ocasión, ERE te presenta el primero de varios artículos sobre las principales sectas debido a su presencia y crecimiento en diversas partes del mundo. En esta ocasión, hablaremos del grupo denominado Testigos de Jehová.

ORÍGENES
Echando un somero vistazo al pasado de esta organización, encontramos que los Testigos de Jehová fueron originalmente conocidos como Estudiantes de la Biblia, grupo fundado por Charles Taze Russell, un hombre educado bajo los principios bíblicos y cuya familia se congregaba en la Iglesia Presbiteriana, pero que sin embargo, parecía no estar muy convencido de que lo que se predicaba en dicha Iglesia fuera la verdadera Palabra de Dios, por lo que, movido por la duda, fundó en 1870 un grupo de estudio de la Biblia, el cual, con el tiempo, se convirtió en la secta de los Testigos de Jehová.

SU DESARROLLO
Con el paso del tiempo, el grupo fue creciendo a pasos agigantados, no sin vivir bajo el embate de diversas personas de otros credos que los denunciaban como engañadores.
Y es que, durante su desarrollo, los Testigos han ido teniendo mutaciones, algunas de ellas muy radicales, especialmente en su sistema doctrinal.
Es sabido, y hay documentación al respecto, que Russell, al igual que Joseph Smith el fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocidos como mormones), era un seguidor de la masonería y estaba atraído por un tema que a la fecha sigue muy en boga: La piramidología.
Russell llegó a hacer un estudio de piramidología en la que trataba de empatar algunas ideas esotéricas respecto a la Gran Pirámide, con la Palabra de Dios.
Para algunos, resultará extraño que digamos que alguna vez los Testigos de Jehová celebraron la Navidad, utilizaban como insignia una cruz dentro de una corona, celebraban los cumpleaños, etc.
Poco a poco varias de esas prácticas fueron cambiando en virtud de lo que ellos llaman "iluminación progresiva". En su libro "Razonamiento a Partir de las Escrituras", los Testigos justifican sus cambios doctrinales de la siguiente forma:
"Los apóstoles de Jesucristo se dieron cuenta de que había mucho que ellos no comprendían en su tiempo (Hech. 1:6, 7; 1 Cor. 13:9-12). La Biblia muestra que habría gran aumento en el conocimiento de la verdad durante "el tiempo del fin" (Dan. 12:4). A menudo sucede que, a medida que se va adquiriendo más conocimiento hay que hacer ajustes en el modo de pensar. La humildad hace que los testigos de Jehová estén dispuestos a hacer dichos ajustes".
Pero no se trataba sólo de eso, sino que las doctrinas y costumbres de los Testigos de Jehová han ido cambiando también en función de quien se encuentre al frente de la "Sociedad", como ellos mismos le llaman a su grupo religioso.
Así, tras la muerte de Russell, llegó a la dirigencia del grupo. Ya instalado, Rutherford, entre algunas de sus excentricidades, prohibió que los Testigos varones llevaran barba o bigote. Al parecer quería eliminar hasta los rasgos físicos que le pudieran recordar a su antecesor, quien usaba una luenga barba.
A tal grado llegó el desagrado de Rutherford por la barba, que incluso, en las publicaciones de los Testigos, siempre profusas en ilustraciones, podemos ver a Cristo, así como a los personajes ‘buenos’ de la Biblia, sin barba, mientras que los ‘malos’ siempre aparecen barbados en los libros publicados en la "era Rutherford". Posteriormente, una vez muerto Rutherford, Cristo volvió a tener barba.

1975
Pese a que ellos mismos dicen ser muy cuidadosos en cuestiones de profecía, los Testigos de Jehová han sido, en diferentes etapas de su existencia dados a tratar de establecer la fecha de la segunda llegada de nuestro Señor Jesucristo.
Una de ellas, la más reciente, fue el año de 1975, fecha para la cual esperaban el fin "del sistema de cosas". Para ello, solicitaron con antelación que los Testigos de a pie, dado que no iban a necesitar posesiones materiales, las donaran a la "organización". El fin del mundo no llegó, pero tampoco fueron regresadas sus posesiones a los donantes.
1975 representa para los Testigos de Jehová una época en la que hubo gran decepción y una consecuente deserción de numerosos adeptos.
Muchos jóvenes perdieron la oportunidad de realizar estudios universitarios (estudios los cuales, por cierto, no son muy bien vistos por los Testigos), muchos rompieron sus compromisos matrimoniales pues al fin y al cabo iban a iniciar una nueva vida en el mundo que ellos pintan en sus revistas, con animalitos, flores y gente sonriente comiendo frutas.
En fin, fechas que llegaron... Y se fueron.

CORRUPCIÓN
En los años 70, los Testigos sufrieron una fuerte represión por parte del Gobierno de Malawi, en África, debido a que, por sus convicciones religiosas, en las cuales se manifiestan abiertamente apolíticos, se negaban a adquirir un carnet del partido político en el poder. Al obtener dicho carnet o credencial, era como si se estuvieran afiliando a dicho partido.
Hasta aquí uno podría pensar que los Testigos son congruentes con sus enseñanzas.
Sin embargo, Raymond Franz, ex miembro del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, en su libro "Crisis de Conciencia", nos muestra la otra cara de la moneda cuando nos narra cómo los Testigos de Jehová eluden realizar el servicio militar en México:
"... En México se les exige a los hombres de edad militar que pasen un período específico de entrenamiento militar durante el transcurso de un año. Tras ser registrada, la persona recibe un certificado o "cartilla" con blancos para anotar su asistencia a instrucciones militares semanales. Es ilegal y castigable por la ley el que un oficial anote en este registro de asistencia que la persona estuvo presente cuando éste no fue el caso. Pero algunos oficiales pueden ser sobornados para que lo hagan y hay muchos hombres en México que así lo hacen. De acuerdo al comité de la oficina de sucursal, esta práctica es también común entre los Testigos de Jehová en México". O sea, hay Testigos, que pese a que dicen ser muy "bíblicos", pagan por eludir una obligación y fomentan la corrupción de malos mandos militares.

DE LA MILICIA...
Y hablando de la milicia, es sumamente curioso que a los Testigos, quienes se rehusan a participar en actividades militares por razones religiosas, les guste tanto andar vestidos con corbatas, las cuales son prendas que tiene un origen militar, y que fueron diseñadas por primera vez para su uso, como parte del uniforme del ejército croata. Ahí queda como un mero detalle…

MÁS CASOS Y COSAS
No pretendo aquí hacer una historia ni un análisis hiperdetallado de las doctrinas, contradicciones y más anomalías que se detectan en la secta de la que estamos hablando.
Sin embargo, no quiero dejar de lado la forma semiclandestina en la que incluso operan, al menos en México, donde, por ejemplo, lo que ellos muestran en sus publicaciones, contrasta con lo que se percibe a simple vista en la vida real.
Por ejemplo, ellos, en sus revistas ¡Despertad! y La Atalaya, suelen mostrar fotografías de familias felices que se dirigen portafolios en mano hacia pequeños edificios que ostentan rimbombantes letreros en los que se lee: "Salón del Reino de los Testigos de Jehová".
Sin embargo, si uno va por casi cualquier calle, ya no digamos del Distrito federal, en la República Mexicana, sino en otras ciudades del país, muy difícilmente llegará a ver estos letreros descritos. Si hay un problema que tiene el Gobierno mexicano, es que precisamente los Testigos de Jehová no declaran bien a bien cuáles son los lugares que tiene para reuniones de culto público.
Por otra parte ni qué decir de las transfusiones, las cuales, por ejemplo, representan otro dolor de cabeza para las autoridades de salud, debido a que los testigos se niegan a recibirlas, aquí, un fragmento de una nota informativa al respecto: "La operación fue un éxito. Sin embargo, la pequeña Laura perdió demasiada sangre durante la intervención. Por ello, los médicos urgen a sus padres para que firmen la carta autorizando transfundir a su hija. Ellos se niegan. A pesar de la insistencia de varios integrantes del personal médico, los padres no ceden. La niña fallece.
"La frustración que enfrentan doctores y enfermeras en estos casos es devastadora, pues se pierden vidas que pudieron haber sido salvadas sólo con una transfusión.
"Rosalío Velázquez Armenta, integrante del Comité de Enlace con los Hospitales de Pachuca de los Testigos de Jehová, argumenta que para su religión es fundamental seguir los principios básicos que establece la Biblia.
"Velázquez Armenta afirma que, aunque no aparece la palabra transfusión en las Escrituras, sí se prohibe "el uso inadecuado de la sangre", lo que pudiera negarles el derecho a la vida eterna".
Casos como estos se dan en diversas partes del mundo, y efectivamente, muchas vidas se pierden por esta causa".
Es también notorio, cómo los Testigos, cuando hacen sus visitas de casa en casa, solicitan a la persona que los recibe, que utilicen las publicaciones que ellos llevan, e insisten en dejar ejemplares de las mismas, con el fin de "colocarlas" y así tener buenos puntos en los informes que tienen que presentar ante la "sociedad".
En dichos informes, los Testigos tienen la obligación de detallar cuántas publicaciones "colocaron", cuántas horas invirtieron en "predicar" y se les toma asistencia a cuanta reunión son convocados. Todo un sistema de control.
Volviendo al tema de las visitas, un Testigo insistirá en que usted lea y utilice sus publicaciones, pero él jamás aceptará que usted le dé folletos, libros, revistas o cualquier otro material.
Lo más importante: Los Testigos dicen ser cristianos, pero finalmente sus decisiones no provienen de lo escrito en la Biblia, ni de lo que pide nuestro salvador Jesucristo, sino de las interpretaciones y alteraciones que una cúpula reunida en un imponente edificio en Nueva York hace sobre el Texto sagrado para conseguir sus fines.
Si te interesó el tema, tienes dudas, críticas o comentarios, o quieres sugerirnos algo, lo que quieras, escríbenos a revistaespejo@iglesiatriunfante.com o a nuestra otra dirección: columnaespejo@iglesiatriunfante.com

¡Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario