miércoles, 20 de agosto de 2014

"Gorditos" (Publicado originalmente el sábado 27 de agosto de 2005).

"Gorditos"
Por Héctor Marín Segura

Gracias a los estereotipos que se promueven en las revistas y en la televisión, una de las preocupaciones primordiales de la gente es, sin lugar a dudas, el mantener un cuerpo delgado, sano, y libre de grasas.
En esencia suena bien, después de todo, debemos mantenernos saludables para realizar nuestras actividades, entre las cuales, por supuesto, está, como dice el Catecismo Menor de Westminster, en su primera parte, glorificar a Dios, y gozar de Él para siempre.
Con un cuerpo enfermo, seguramente que muy poco podremos hacer para alabar a Dios, ya que para ello debemos estar sanos física y espiritualmente.
El problema se genera cuando hacemos del cuidado de nuestro cuerpo lo más importante para nuestra vida.
Al año, las compañías dedicadas al cuidado del cuerpo se gastan millones de dólares ofreciendo aparatos para hacer ejercicio, suplementos alimenticios, o en el peor de los casos, alimentos a través de los cuales se puede perder peso en unos cuantos días. Todos estos productos, que en apariencia sirven para lograr un estado de salud envidiable, pueden en un momento determinado provocar lo contrario, si no se tiene el cuidado de consultar primeramente con un médico o un especialista si son adecuados para nuestro caso particular.

SER DELGADO ES SER FELIZ
La exaltación del cuerpo humano como vehículo para obtener "lo mejor de la vida", ha traído consigo la idea de que una mujer con un cuerpo como el de Pamela Anderson o un hombre con el físico de Brad Pitt, están destinados a obtener cualquier cosa que deseen en este mundo: Dinero, prestigio, amantes, admiración, reconocimiento, etcétera.
Y así como las grandes empresas gastan fuertes sumas para colocar sus productos, hay millones de personas alrededor del mundo que invierten también grandes cantidades en productos, cirugías y demás, para lograr tener la figura deseada.
Y no solamente eso. Hay gente que quizá no invierte tanto dinero en esas cosas, pero somete a su cuerpo a rigurosas dietas, las cuales, si no son recomendadas por un médico, o si son llevadas al extremo, pueden causar fuertes estragos en nuestra salud.

TRAGÓN=GORDITO
Casi siempre se asocia la gordura con la glotonería. Es cierto, mucha gente que padece sobrepeso, (que dicho sea de paso, puede ser una causa para contraer diabetes) lo es por su glotonería.
Este desorden alimenticio puede tener diversos orígenes que pueden ir desde lo psicológico, hasta lo que podríamos considerar una conducta inapropiada al comer. Es muy desagradable ver a una persona cuya forma de comer pareciera que nunca en su vida hubiera visto un plato de alimento. Y no hablo de gente pobre, de la que quizá se pudiera entender que quiere aprovechar la ocasión para llenar el estómago, sino de gente cuyo comportamiento ante un plato con alimentos, es prácticamente igual que el del alcohólico que, una vez que se ha apropiado de la botella, no quiere soltarla sino hasta verla vacía.
De ahí que, en los tiempos de la iglesia primitiva, el apóstol Pablo recriminara a los corintios por la forma en que llevaban a cabo la cena del Señor: 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo" (1 Cor. 11:20-22).
Hay que reconocer, por otro lado, que pese a esto, no todos los gorditos son glotones. Muchos casos de sobrepeso y obesidad no son debido a un hábito compulsivo de comer, comer y comer, sino que corresponden a cuestiones hereditarias, o incluso a trastornos glandulares.

NO DELGADO=NO FELIZ
Lo cierto, es que al no tener la figura escultural de Pam Aderson o Brad Pitt (puedes poner cualquier otro ejemplo del prototipo de la belleza masculina y femenina), hay miles, o quizá millones de personas que andan por la calle cargando a cuestas no sólo un montón de grasa en sus cuerpos, sino que esta grasa excesiva anida también en su ánimo.
Recuerdo el caso de un joven director de un magazine, cuyo problema de obesidad lo tenía sumido en un profundo complejo de inferioridad, ya que mientras en su magazine trataba de aparentar que se sentía un hombre exitoso, afortunado y bendecido por Dios, por otra parte, y ya en lo privado, era un joven que vivía atormentado pensando que no había mujer que se pudiera fijar en él debido a su exagerado sobrepeso.
La gente, suele además ser muy cruel, y este joven trabajaba con gente que sin el menor recato, se burlaba de su gordura poniéndole motes y ridiculizándole al extremo. Así, este joven trataba de sobrellevar esta situación, pero le era imposible, y esto se notaba en su carácter irascible, caprichoso y egoísta, que dejaba ver a todas luces que no había correspondencia entre lo que escribía en sus publicaciones, y su testimonio público. Este es un caso de cómo un malestar físico deviene en un malestar espiritual.
Esta es la situación de muchos cristianos, que hacen hasta lo imposible por lograr bajar de peso.
Digámoslo, hay muchos que ayunan, pero este ayuno no es por tener un corazón que se quiera acercar a Dios, sino que lo hacen por el interés principal de verse bien. Al respecto, Marie Chapian y Neva Coyle, en su libro "Libre Para ser Delgado", dicen lo siguiente:
"Si usted va a ayunar, por favor, hágalo con el propósito de orar e interceder. Por el momento no deje de comer a fin de perder peso; volverá a ganar lo que pierda y sus esfuerzos habrán sido en vano".

MÚLTIPLES ALTERNATIVAS
La cuestión es que existen múltiples alternativas para bajar de peso. Creo, en este caso, que lo más conveniente es acudir con un especialista que pueda dar una solución médica adecuada. Sin embargo, hay en el mercado todo tipo de gente que ofrece la solución a este problema, pero los resultados no son siempre los esperados.
Por ejemplo, están los casos de la cantante Lucha Villa y la comediante Lucía Mariscal. Ambas habían estado siempre "llenitas", así que, dado que tenían los recursos económicos para pagar la liposucción (método a través del cual se extrae grasa del cuerpo a través de una fina cánula metálica conectada a un motor eléctrico) se sometieron a este tratamiento, el cual fue tan agresivo para los cuerpos de estas dos mujeres, que por poco les cuesta la vida.
Asimismo el ejercicio puede ser una respuesta a este padecimiento, siempre y cuando no sea excesivo. Hay que realizar actividades físicas con regularidad, pero tampoco se trata de romper récords olímpicos, sino lograr que nuestro cuerpo elimine toxinas a través del sudor y que nuestros órganos se mantengan en buen estado.
Platicando con mi amigo el profesor de Educación Física Antonio Fong, me comentaba que la mejor forma de tener un cuerpo sano es comiendo lo necesario, sin abstenerse de ningún alimento, y hacer ejercicio diariamente. Es decir, que no es necesario someterse a duras dietas que lo único que traerán a nuestro cuerpo son malestares e insatisfacciones, ya que mucha gente resiente la falta de alimento.

CUESTIÓN CULTURAL
Tiene mucho que ver también no sólo lo que comemos, sino cómo lo preparamos. México, por ejemplo, es un país donde mucha de la comida que se consume es rica en grasas. Ahí está el mole, la cochinita pibil, la sopa de médula y las famosas garnachas y sopes, alimentos todos ellos muy ricos, pero en cuya preparación se utilizan mucho los aceites o mantecas. Toda esa grasa es difícil de eliminarse, máxime si aparte de llevar ese tipo de dieta se llevan a cabo actividades que no exigen mucho movimiento corporal como puede ser cualquier trabajo secretarial o de oficina. De ahí que la imagen que se tiene del mexicano, y en general del latinoamericano, es de gente pasada de peso. Esto, por supuesto, no exime al pueblo norteamericano, el cual si bien no consume tanto maíz con grasa, tiene una dieta rica en azúcares y harinas, haciendo que la población de ese país sea una de las que mayor índice de obesidad tiene en el globo terráqueo, al grado de que en las escuelas se ha optado por retirar la venta del famosísimo refresco Coca Cola.
Volteemos ahora al otro lado del mundo: La mayoría de los pueblos orientales como los chinos, japoneses y coreanos, tienen una alimentación muy balanceada en la cual no se abstienen de carnes de ningún tipo, pero las equilibran con porciones abundantes de verduras y frutas. Notemos que la mayoría de los pobladores de esos países, si bien no tienen figura de estatuas griegas, son delgados y fuertes, ya que además practican alguna actividad física con regularidad.
Hay quienes piensan que la solución se encuentra en comer solamente vegetales. Puede que en parte tengan razón, pero sin embargo, las proteínas que tiene la carne son muy difíciles de sustituir, además de que el ser humano no en balde tiene dientes como los llamados "caninos", los cuales sin lugar a dudas, sirven para rasgar carne. En este sentido, la decisión es personal.

UNA PALABRA SOBLE LA BULIMIA Y LA ANOREXIA
En un afán por no subir de peso, millares de jóvenes han caído en la trampa de la bulimia y la anorexia.
Rápidamente diremos que la anorexia es la pérdida de apetito o rechazo del alimento, generalmente por motivos psicológicos, lo cual hace, por supuesto, que quienes se resisten a comer, bajen de peso. Hay incluso personas que consumen productos químicos para conseguir este fin, lo cual, por supuesto, trae consecuencias graves para la salud.
En el caso de la bulimia, quien la padece ingiere a veces grandes cantidades de alimento, el cual posteriormente vomita, lo cual por supuesto que también daña el organismo.
Finalmente, quiero dejarte estas palabras que hablan del dominio de tu cuerpo y que aparecen en el libro ya citado de Chapian y Coyle:
"Usted ejerce control sobre su vida. ¡El tener dominio propio es ser libre! Eso lo libera para que usted sea quien debe ser en realidad. De este modo, es usted quien:
  • Utiliza la comida, y no ella a usted.
  • Usa las calorías y no al contrario.
  • Controla lo que sucede dentro de su cuerpo.
  • Está libre de atracones, la gula y comer en exceso.
  • Se encuentra más saludable, tiene más vigor y controla su vida.
  • Ya no es egoístamente indulgente en cuanto a la comida.
  • Se está volviendo hacia Dios para que satisfaga sus necesidades y deseos".
Así, por favor, ten en mente que antes que a los demás o que incluso a ti mismo, debes agradar a Dios. No te dejes llevar por los estereotipos que el cine, las revistas o la televisión te presentan. Claro, uno quiere sentirse y verse bien, pero no por ello sacrifiques tu salud, Cuida tu cuerpo sin descuidar tu relación con Dios.
1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios." (2 Cor. 7:1).

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