miércoles, 20 de agosto de 2014

Habemus Papam (Publicado originalmente el 24 de abril de 2005)

Habemus Papam
Por Héctor Marín Segura

En Octubre de 2003 publiqué el artículo "Invierno en el Vaticano" en el que hablo acerca del precario estado de salud de Karol Wojtyla, llamado entonces "papa" por la iglesia católicorromana y sobre quiénes eran los posibles candidatos a sucederle tras su muerte.
El momentó llegó, tras algunos días de agonía televisada en vivo y a todo color a nivel internacional, dando la impresión que aguardaban el moento en espera de obtener altos ratings cosa que ocurrió y vinieron una y otra vez las semblanzas, anécdotas y recuerdos del "papa" más influyente del siglo XX.

IDOLATRÍA SUTIL
En todas partes se ensalzó la figura de Wojtyla al grado de hacerlo parecer un dios. En mi patria se llegó al extremo de sacar a las calles el primer "papamóvil", un camión que sirvió de transporte para el jerarca católico en su estancia en México, como si se tratase de un objeto sagrado a través del cual se pudiera obtener algún tipo de bendición tan sólo porque Wojtyla se subió en él: Una verdadera aberración.

HAGAN SUS APUESTAS, SEÑORES
Y comenzó la especulación sobre quién sería el sucesor de Wojtyla. Reconozco que en el artículo al que hice referencia, no mencioné a Joseph Ratzinger, quien finalmente fue elegido en un corto cónclave, para ocupar la "silla de San Pedro". Era uno de los "hombres fuertes" de Juan Pablo II y sin duda, su elección era esperada por muchos, al mismo tiempo que trajo consigo comentarios de diversa índole, pero una cosa es segura: Es algo que no pasó desapercibido.

CONTINUIDAD
¿Qué le dejó Karol Wojtyla a Joseph Ratzinger como herencia?
Ante todo, una serie de tareas pendientes y la labor de limpiar, aunque sea un poco, el mal nombre que se ha ganado la iglesia católicorromana a pulso en los últimos tiempos.
Me explico... El periodista escocés Johan Hari, escribió en el diario The Independent un que fue reproducido en México por La Jornada, en el que hace fuertes críticas al recién fallecido Juan Pablo II, de las cuales destaco lo siguiente:
*La indulgencia del "papa" ante los regímenes autoritarios de América del Sur(Wojtyla llegó a pedir la liberación de Pinochet cuando éste fue llevado a enfrentar la justicia).
*Le prometió apoyo a Ronald Reagan para derrocar al Gobierno sandinista electo democráticamente.
*La prohibición del uso del condón como medio para prevenir el VIH.
*El trato superficial que le dio al tema de los abusos sexuales contra niños por parte de curas y monjas pederastas.
¿Será esta la línea que siga Ratzinger-Benedicto XVI?
Tal parece que así será, y no sólo eso. Ratzinger, quien presidiera anteriormente la Congregación para la Doctrina de la Fe, llamada tiempo atrás Santo Oficio de la Inquisición, pertenece al ala más dura y conservadora del catolicismo romano, la cual ve como secta a toda iglesia que no sea la católica. Baste recordar que Ratzinger elaboró el esctiro llamado "Dominus Iesus", en el que señala que no hay salvación fuera de la iglesia católica.
Estas posturas de Ratzinger, en las que destaca su intolerancia y su miopía espiritual, pueden verse, sin embargo, desde un punto de vista positivo.
¿Por qué?
Porque por lo menos marca un a línea de acción bien definida que no da pie a acercamientos ecuménicos que lo único que causan es confusión, especialmente entre algunos sectores cristianos evangélicos.
El punto negativo, eso sí, es que este hombre seguirá siendo, como su antecesor y los demás que le precedieron, piedra de tropiezo para millones de católicos alrededor del mundo, que están expuestos a las mentiras urdidas desde Roma, sostenidas y avaladas desde el Vaticano como que:
-El "papa" es el vicario de Cristo.
¡Mentira!, el único vicario de Cristo en la tierra, actualmente, es el Espíritu Santo, y esto se puede constatar en la Biblia, en el Evangelio según San Juan capítulo 16 versículos 4 a 7 de la Biblia de Jerusalén Latinoamericana (católica, autorizada por la conferencia episcopal de Colombia), donde dice:
"4 Les he dicho esto para que, cuando llegue la hora, se acuerden de que ya se lo había dicho.
La venida del Paráclito*
"No les dije esto desde el principio porque estaba yo con ustedes.
5 Pero ahora me voy a aquel que me ha enviado, y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿Dónde vas?’
6 Sino que por haberles dicho esto, sus corazones se han llenado de tristeza.
7 Pero yo les digo la verdad: Les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se lo enviaré".
Esta Biblia, hace el siguiente comentario al versículo 4: "Después de su partida, Jesús enviará su Espíritu...".
-Otra mentira del Vaticano, es la doctrina de la infalibilidad del "papa". Supongamos que, como suelen decir algunos, esta supuesta infalibilidad es sólo en asuntos de fe. Sin embargo, si conocemos los conceptos elementales de la historia humana a través de las Sagradas Escrituras, sabremos que el hombre es imperfecto por su condición pecaminosa, por lo que la tal infalibilidad papal no es sino solamente un mito. En la carta a los Romanos, capítulo 3 versículos 10 y 11 encontramos: "10 Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están todos bajo el pecado, como dice la Escritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno. 11 No hay un sensato, no hay quien busque a Dios". (Tomado de la Biblia de Jerusalén Latinoamericana).
Asimismo, una mentira más y una falta a lo que la Biblia dice que no se debe hacer, es que herr Ratzinger, como lo hicieron sus antecesores, permite ser llamado "papa", que a su vez, es una forma latina de decir "padre". Jesucristo fue claro al decir a sus discípulos: "8 Ustedes en cambio, no se dejen llamar ‘Rabbí’, porque uno solo es su Maestro; y ustedes son todos hermanos. 9 Ni llamen a nadie ‘Padre’ suyo en la tierra, porque uno solo es su Padre: el del cielo" (Biblia de Jerusalén Latinoamericana. Mateo 23:8-9). De aquí que enfaticemos lo errado de llamar "papa" al jerarca católico.

LAS EXPECTATIVAS
Hay, sin duda, muchas esperanzas de paz, amor y acercamiento entre los pueblos, a través de la labor de este hombre, que sin duda es fuertemente influyente en esferas más allá de la fe y la religión.
La política es una de esas esferas, en las cual, a lo largo de la historia, los "papas" han jugado un papel determinante. Baste recordar lo ya señalado con respecto a Wojtyla, quien fue uno de los artífices de la caída de la Unión Soviética y el bloque socialista.
Parece que el papel de Benedicto XVI va encaminado a la consolidación y al fortalecimiento de una nación extremadamente poderosa: La Europa unificada, con dos países al frente, Francia y Alemania (cuna de Ratzinger). Este fortalecimiento puede traer consigo la caída de otro imperio que ha subyugado a las demás naciones: Los Estados Unidos de América. Si esto llegara a ocurrir, la humanidad estaría a merced de la superpotencia europea, y ante la avanzada del gigante asiático, China.
Esto son sólo especulaciones, pero son movimientos geopolíticos que podrían o no tener lugar en un futuro no muy lejano.

¿Y NOSOTROS LOS EVANGÉLICOS?
Habrá alguno que piense que el nombramiento de Ratzinger como "papa" ni nos va, ni nos viene, lo cual es un craso error, pues son estos, precisamente, momentos determinantes para compartir nuestra fe con tantos católicos que son nuestros compañeros de trabajo o vecinos, que no comprenden la maraña de falsedades vaticanas tendidas como una trampa que sólo lleva a la condenación.
Aprovecha la oportunidad de hablar del verdadero Evangelio y presenta a quienes no lo conocen, al verdadero Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida.

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